Un padre le dice a su hijo adolescente: "Sientate en esta silla". Y cuando el chico, obediente, se dispone a sentarse, el padre retira la silla.
El joven cae al suelo, se da un tremendo golpe y no se rompe el coxis de puro milagro.
"Por qué me has hecho esto", pregunta aturdido.
Y el padre le responde: "Para darte una importante lección. Quiero que sepas que, en este mundo traidor, no debes fiarte ni de tu padre".
Foto Ksual1956 via Flickr.
1 comentario:
Tienes razon. En muchos robos siempre el informador de los delincuentes es alguien cercano a la victima. Uno ya no se puede, por desgracia, fiar de nadie.
Luis Cervera Montenegro.
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