viernes, 21 de diciembre de 2007

LOS FELICES LAT


Un Consejo de Sabios, compuesto por sociólogos, psiquiatras, y psicólogos de prestigio internacional han emitido un juicio sobre la felicidad.

La felicidad de una persona, a lo largo de su vida, se calcula sumando todos y cada uno de los momentos de plenitud, satisfacción y goce experimentados. Y no se refieren solo a importantes experiencias. El breve rato de placer sentido plenamente bajo la ducha, por ejemplo, también cuenta.


Lo sorprendente es que el Consejo de Sabios llegó a la conclusión de que las personas, hoy día, más felices, las que más suman momentos o periodos de satisfacción, son aquellas que viven solas o no tienen hijos.

Lo que viene a significar que, aunque lo ideal convencionalmente, es la vida en pareja y la creación de una familia, la triste realidad es que la convivencia, en nuestros días deteriora las relaciones de pareja a la velocidad de un rayo.


En la actualidad hay más divorcios que bodas. El divorcio rápido está haciendo estragos. La descendencia va loca, es hiperactiva, no entiende nada y sirve de arma arrojadiza entre los cónyuges.




Ya se habla en los Estados Unidos de un nuevo estilo de vida, el de los LAT (Living Apart Together) , o sea: Los que viven emocionalmente juntos pero no físicamente revueltos.

Estas personas pueden quererse o estar muy enamoradas, pero no renuncian a su independencia, a su intimidad, ni a su espacio vital. No comparten dormitorio, ni cuarto de baño, ni cocina, ni mando a distancia. Cosas estas que pueden enturbiar una relación, especialmente en nuestro estresado mundo de impacientes acelerados.

Y como las telecomunicaciones facilitan el contacto, son mucho más felices con el sistema de “¿Hoy qué? ¿En tu casa o en la mía?”.




Yo, durante dos años, fui un LAT, y la experiencia me encantó. Pues vivía en el piso 1º 1ª de un edificio de Barcelona, y una íntima amiga mía en el 1º 2ª. Solo nos separaba el rellano de la escalera con, enfrente, el ascensor. Ahora nos separa un océano, pues ella, por desgracia, se instaló en Nueva York, donde sigue viviendo en feliz soledad.

Fotos via Flickr.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque estoy de acuerdo con todo lo que dices, creo que aún queda gente, que aun viviendo al ritmo vertiginoso de la sociedad, tiene tiempo para llegar a casa, sea la hora que sea, sentarse a charlar con su pareja, disfrutar de un paseo juntos, pasarse 2 horas hablando y hablando mirándose a los ojos en la cama, sin necesidad de nada más.
Es el momento en el que el día se para y entonces, sonríes, por que eres feliz con una persona que lo es contigo.
Reconozco que no todo el mundo tiene esta suerte, y sobre todo para las mujeres, hay muuuy pocos hombres que aprecien estos momentos... aunque haberlos haylos!

Anónimo dijo...

Os recomiendo este poema de Jorge Bucay, es la representación perfecta de la felicidad calculada como "momentos"
leedEste poema

Anónimo dijo...

No me parece una mala idea, aunque los sentimientos y emociiones en la especie humana son muy complejos! Yo me apuntaría a una relación tipo LAT, previo acuerdo en algunas cosas.... besos a los felices LAT