UN MAL EJEMPLO PARA NUESTROS JÓVENES

En tan solo un par de semanas he leído y escuchado una retaíla de malas noticias preocupantes, porque con ellas se da un pésimo ejemplo a nuestros jóvenes.


Se culpa a la Iglésia Católica de ocultar delitos de perderástia y de proteger a sus autores. Se ha roto finalmente el silencio de los niños que, en su día, no se atrevieron a denunciar.

Pero no hay que engañarse: estos abusos ocurren también, y con mucha frecuencia, en la sociedad laica e, incluso, en el seno de las familias.

No hace falta ser un médico, ni una lumbrera, para saber que la renuncia absoluta a la sexualidad en el sacerdocio es, mental y físicamente, malsana.


Habría que replantear el tema del celibato eclesiástico para evitar estos escandalosos abusos a menores, o poner estas señales de peligro a las puertas de colegios religiosos y seminarios.

Prueba de lo que estoy diciendo es esta foto colgada en páginas de anuncios de protitución en Internet. Este cachondo, de 27 años, es Samuel Martín, cura párroco de dos localidades toledanas, de las que ha sido fulminantemente destituído por el Arzobispo de Toledo.

El cura mazizo, que esconde el estómago, se gastó unos 17.000 euros, de las cofradías de Semana Santa, en líneas eróticas y webs pornográficas. Y, con esa foto "tan sexy" ofrecía sus servicios sexuales en Internet, a 120 euros la hora.

En su anuncio aseguraba que "haría gozar de felicidad como nunca" a sus clientes, y decía estar bien dotado, con 15 cm. de herramienta. (Yo le aconsejaría que se comprase uno de esos artefactos para alargamiento de pene, si realmente quiere tener éxito on line, donde el tamaño sí importa).

Tiene mucho mérito que Margot Kässmann, de 51 años, divorciada y con cuatro hijos, haya llegado a ser la primera mujer en conseguir estar a la cabeza de la Iglésia Evangélica Alemana.

La Obispo lleva años manifestando que, como ayuno durante la Cuaresma, no prueba el alcohol. Lástima que, en esta Cuaresma, a la Obispo Käsmann se le fuese la mano al añadir alcohol al Bitter Kas y, borracha, se saltáse un semáforo y la pilláse la Policía de Hannover.

Pero más grave fue lo ocurrido a Nacho Uriarte, Diputado y Presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, y Vocal de la Comisión de Seguridad Vial.

El Diputado Uriarte ha tenido que dimitir, tras chocar su coche contra otro vehículo, bajo los efectos del alcohol, en una noche de viernes. Al Diputado le ha sido retirado el carnet de conducir.

Y como somos humanos, yo digo: El que esté libre de pecado que tire la primera piedra (sordos abstenerse). Pero los humanos que sean gobernantes, miembros de familias reales, políticos, representantes de iglesias, médicos o profesores, tienen la doble responsablidad moral de mostrar un comportamiento ejemplar. Que luego no se quejen de los botellones y colocones, destructores de la salud y las neuronas de los jóvenes.

La corrupción es otro pésimo ejemplo que se da a los jóvenes. La corrupción política es la gangrena de la democrácia, y genera una gran desconfianza entre los ciudadanos.

El que fue super corrupto Director de la Guardia Civil, Luis Roldán, ha salido ya de la cárcel, tras cumplir su condena. Pero los mil seiscientos millones de pesetas que trincó siguen sin aparecer. ¿Estarán ocultos en el interior de esta cucaracha gigante, que parece estar sodomizándo, durante un party cutre en una suite del Hotel Meliá Mallorca?

Jaume Matas reza al cielo, pues se enfrenta a una pena de 30 años de prisión, también por corrupción.
El ex President del Govern Balear, y ex Ministro de Medio Ambiente, fue abucheado a su llegada a los juzgados de Palma de Mallorca. La Fiscalía le acusa de 9 delitos. Su esposa Mª Teresa Areal, su cuñado Fernando Areal, y el Presidente de Gesa-Endesa, Bartomeu Reus, también están imputados.


Maria Antonia Munar, Presidenta del Parlament Balear y de Unió Mallorquina, ha tenido que dimitir también tras verse involucrada en algunos trapicheos económicos.


En el campo de la buena sociedad también cuecen habas podrídas. El que fue tan respetado y ejemplar Presidente del Palau de la Música Catalana, Félix Millet, sigue tan pancho en la calle, y eso que su desfalco asciende ya a 35'5 millones de euros, y se teme que la cifra pueda seguir aumentando. Todo un ejemplo para la juventud.

En estos casos nunca se recupera el dinero robado, que está en algún paraíso fiscal. Y si preguntas al delincuente por la pasta, te contesta que vayas al Ristorante Buittoni, que allí hay mucha pasta.

Y hablando de "pasta". Ni el folclore español, de castañuela y pandereta, está libre de sospecha. Una famosa tonadillera podría acabar multada o entre rejas, por su relación con el corrupto y convicto ex-alcalde de Marbella, Julián Muñoz, y sus bolsas de basura llenas de billetes.


Y para basura, algunos programas de televisión. Este poderosísimo medio de información y distracción, utilizado con decencia, dignidad e inteligencia podría mejorar la cultura, la educación y la actitud de los espectadores. Lamentablemente se ha convertido en otra fuente de mal ejemplo para la juventud.


Hace unos días leí en La Vanguardia un artículo dedicado al poder de la vulgaridad y su nefasta repercusión en la cultura de masas.

La disección de las entrañas de las personas tiene mucha audiencia en televisión, y muy poca protección legal. En un país famoso por la envidia, el urgar en la vida de cualquier persona o profesional que ascienda, para sacar a la luz su lado negativo, tiene mucha audiencia.

En la gran mayoría de los programas de cotilleo se despelleja a famosos y a famosetes, entre gritos e improperios. Y se crean héroes de pacotilla. Catetos, vulgares y mal hablados frikis, tras pasar por diferentes platós televisívos, pueden acabar convirtiéndose en comentaristas de corrillos y tertulias para vivir del cuento.

Un ejemplo es la perpetua guerra entre dos mujeres, relacionadas con un torero. Tema del todo intrascendente que ha pasado, tristemente, a ser un tema de interés general. ¡Qué país marujil! ¡Sálvese quien pueda!


Muchos jóvenes ven enriquecerse a otros jóvenes, facilmente y sin dar ni golpe, gracias a la televisión y a las revistas del cotilleo, sólo por el hecho de contar supuestas historias de bragueta, catre o edredón.

No es de extrañar que cuando se le pregunta a un niño: ¿Qué te gustaría ser de mayor? Conteste rotundamente: ¡Yo, famoso! Como si ser famoso fuese una profesión, y no la consecuencia de una ardua labor exitosa.


Por todo ello hay una tendencia al pasotísmo. A los jóvenes desencantados les divierte lo truculento y lo vulgar. Prueba de ello es que en Internet votáran a un horrendo personaje, salido de la cárcel, para representarnos en la gala "Eurovisión 2010: Destino Oslo". Su mérito: tener un comportamiento violento y un habla soez de baja extracción.

Televisión Española pudo desviar las cámaras cuando Mario Vaquero, apodado John Cobra, insultó groseramente al público, mientras hacía gestos obscenos y agresivos llevándose la mano a la entrepierna. Pero como con este tipo de desagradables episodios sube la audiencia, pues TVE mantuvo bien fija la imagen durante tres minutos.

A veces el espectador se siente agredido por tanta vulgaridad, violencia, pobreza mental y lingüística, que penetran en su hogar y en su vida cotidiana.

Los niños españoles destinan al año más horas a la televisión que a la escuela. El horario infantil no se respeta, y los niños y los adolescentes prefieren ver la programación fuera del horario protegido.

Está claro que la crísis no es solo económica...