martes, 26 de febrero de 2008

EL DEBATE RAJOY-RODRIGUEZ ZAPATERO

El debate entre Rajoy y Rodríguez Zapatero me recordó a las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy.

El Gordo le metía el dedo en el ojo al Flaco, y éste respondía propinándole al Gordo una dolorosa patada en la espinilla. Entonces el Gordo pisoteaba el sombrero del Flaco, y éste le arrancaba al Gordo la corbata. Y así seguían incordiándose hasta el final de la película, para quedar en cómicas tablas.

Y hablando de corbatas. Rodríguez Zapatero, para captar indecisos de la derecha, eligió una corbata azul. Y Rajoy, para captar indecisos de la izquierda se la puso de color rojo.
Yo encuentro a faltar a un político equilibrado y de centro, con una corbata de rayas de los dos colores. Un político que gobierne para la mayoría de los españoles, y que no se desviva descalificando a contrincantes, pensando solo en ganar poder para su Partido.

El debate no fue para indecisos, sino más bien para convencidos de los dos bandos. Y, aunque ambos políticos se creen ganadores, desilusionaron con sus monólogos a los 13 millones de espectadores.
Como decía el poeta: “Venceréis, pero no convenceréis”.

En el debate escuchamos las mismas polémicas y descalificaciones de siempre, pero no escuchamos ideas y propuestas nuevas, ni soluciones, ni defensa de valores.

Y luego, después del debate, tuvimos que tragarnos, en distintas cadenas de televisión, las opiniones, nunca imparciales, de personas de marcadas ideologías de derechas e izquierdas, que no aportaron nada, dedicándose a insistir en que su candidato era el vencedor.

Yo no soy de ningún Partido político. Lo importante no es ser de derechas ni de izquierdas, lo que importa es la eficacia en la gestión, y la capacidad para poner solución a los problemas que realmente importan al contribuyente. Hay que trabajar más para el país, y menos para el Partido.
Por ejemplo: Maragall, del PSOE, fue un magnífico alcalde que mejoró mucho la ciudad de Barcelona. Y Rita Barberá, del PP, ha convertido la cutre ciudad de Valencia en una auténtica maravilla.

Visto lo visto: en lo económico, el español medio seguirá con el agua al cuello. Y seguirán igual la delincuencia, el terrorismo de ETA, la mala educación, la instalación de mafias varias en nuestro país, la violencia de género, la inmigración ilegal, el pasotismo de una juventud desmotivada y falta de valores, la vista gorda en el tema de la droga, las infraestructuras chapuceras, el problema de la vivienda, la destrucción del paisaje, etc.

Menos tirarse los trastos, menos bla, bla, bla, y más soluciones.

Foto via Flikcr: zergio.zorro

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mojate un poquito mas Carlos. Saludos, te queremos.