Quise que Carolina Molas y su hijo Jaime Onieva conociesen el famoso restaurante Las Dos Lunas. Fuimos a cenar antes de ir a UNVRS, y les gustó mucho.
Llamé a Pat Quinteiro, la jefa de prensa de UNVRS, y se ocupó muy bien de nosotros durante toda la noche.
Esa noche era el cierre de la muy exitosa fiesta Anyma.
Los shows comenzaron a las 3´30 de la madrugada. Los vídeos proyectados en la inmensa pantalla detrás de la cabina del Dj, y por toda la sala, eran espectaculares.
Nosotros llegamos a UNVRS a las 12'20 h. y nos fuimos sobre las 4'30 h. La fiesta siguió hasta las 6 de la mañana, con la salida del sol.Al día siguiente me quedaba energía y fui al gimnasio. Ramón Mayol me llevó el viernes a BIBO Park.Allí nos recibió su hermano Eduardo Mayol, creador de BIBO Park. Este impresionante parque es único en el mundo.Hice un vídeo. Y estas fotos de pantalla no tienen mucha calidad. Ibiza Botánico Biotecnológico es un centro de conservación natural de la flora pitiusa y de divulgación científica.La visita se realiza en pequeños grupos y dura alrededor de unos 50
minutos. Hay visitas de día y visitas de noche. Yo elegí la de noche. Y después de probar uno de sus deliciosos cócteles de frutas, empecé el recorrido guiado por Eduardo Mayol. El recorrido de la noche de los jueves y viernes se llama Astro Magic Lights.BIBO Park iluminado con miles de bombillas, focos y proyecciones, multicolores es único en el mundo. Durante todo el recorrido, Eduardo Mayol va dando explicaciones muy técnicas y profesionales. 
Me impresionó el Piano vegetal. Suena una nota cada vez que se toca una planta con la palma de la mano.Es algo nunca visto. Pura magia.También se proyectan enormes imágenes, que van cambiando, sobre grandes árboles. La tecnología de unos aparatos de BIBO Park permite captar la humedad del ambiente para producir un agua muy potable. Y me gustó mucho probar ese agua atmosférica. Era beber agua del cielo de Ibiza. Contaré esta muy agradable y sorprendente experiencia en mis jueves de radio Onda Cero. Muchísimas gracias hermanos Mayol. Y también muchísimas gracias a Yann Pissenem y a Pat Quinteiro, de UNVRS.
Al día siguiente me quedaba energía y fui al gimnasio. 
Me impresionó el Piano vegetal. Suena una nota cada vez que se toca una planta con la palma de la mano.
