Me parece desorbitada la polémica desatada por el libro de la Reina, escrito por Pilar Urbano. Supongo que ahora la Reina estará arrepentida de la publicación, Pilar Urbano estará feliz y contenta, yéndo de plató en plató, y Editorial Planeta estará descorchando champán por sus impresionantes ventas.
Yo no he leído el libro, como tantos que opinan sobre él. Pero debido al bombardeo mediático es como si ya lo hubiese leído.
Si estas declaraciones las hubiesen hecho Paris Hilton o Kate Moss me sorprenderían mucho, pero viniendo de la Reina, una mujer que afirma ser católica, no me sorprenden nada, pues defiende predicados morales de su Iglesia.
Como no llueve a gusto de todos, diga lo que diga la Reina en un libro, siempre habrá quien la critique. Y especialmente en nuestra querida España, tan dividida y propensa a la demolición de todo aquel que tenga éxito o esté en una posición de privilegio. Para gustar al cien por cien la Reina tendría que quedar en silencio. Y aún así habría muchos que la criticarían por no pronunciar palabra.
En "La Reina, muy de cerca" se dicen cosas con las que estoy de acuerdo y cosas de las que discrepo totalmente. Esta es mi particular forma de pensar. Y creo que la Reina está en todo su derecho de pensar lo que le plazca. Aunque, a tenor de la exaltada crispación que ha causado en mucha gente, la publicación de este libro ha resultado políticamente incorrecta. Creo que no ha estado bien asesorada. Con comentarios tibios, sin mojarse, se hubiese escrito un libro sin interés y que no retrataría la verdadera personalidad de la Reina. Hoy no habría polémica, pero yo prefiero que la Reina se sincere.
Y que quede bien claro: el libro no es un código de leyes. Es sencillamente un conjunto de opiniones. Por lo que no veo cómo los comentarios de la Reina, gusten más o gusten menos, pueden cohartar las libertades de los españoles u ofenderlos seriamente. No creo que ofender fuese la intención de la Reina.
Y voy a poner unos ejemplos a alguna acotación:
Si yo fuese una mujer que, por la razón que fuese, quisiese abortar, no me lo impediría ni Cristo resucitado. Y menos aún, las opiniones muy respetables de la Reina, que han de ser tan respetables como las mías, o las de cualquier otra persona.
Si a mí me gustase la caza, los comentarios de la Reina no me impedirían seguir disparando en el monte con mi escopeta.
Si me gustasen los toros, no dejaría de asistir a la plazas a ver torear, por el hecho de que la Reina sea antitaurina.
Si me gustase ponerme una peluca y unas tetorras de goma, y subirme a una carroza del orgullo gay, no me lo impedirían los comentarios versados por la Reina, en el libro de Pilar Urbano.
Y si harto de vivir, o padeciendo una enfermedad terminal, decidiese quitarme la vida, el libro de la Reina no me frenaría.
A mí no me gustan ni la caza, ni los toros. No soy mujer, por lo que no podría abortar aunque quisiese. Y no me subiría travestido o disfrazado a una de esas carrozas, pues no creo que sea la forma más adecuada de luchar por una justa reivindicación de derechos y de igualdad. Pero comprendo que hay gustos para todo. Vivan la libertad de pensamiento y de expresión.
En cambio, yo sí que me suicidaría, o pediría que acabasen conmigo, si por causa de enfermedad grave ya no tuviese calidad de vida. Y me consta que hay muchos cazadores, taurinos, gays y demás, que son contrarios a la eutanasia o al suicidio. Entonces, tenga o no razón Doña Sofía. Sean más o menos acertados sus comentarios. ¿En qué perjudica a los españoles este libro? A mí en nada. Nada cambiará mi manera de pensar ni de actuar, y seguiré desayunando lo mismo cada día.
Recuerdo el día en que fui presentado por el Duque del Infantado, Capitán General de Baleares, a la joven Princesa de España, en el Palacio de la Almudaina, cuando yo tenía 22 años.
Y recuerdo también, las varias ocasiones que he tenido de saludar a la Reina en algunos eventos, mucho más recientemente. E incluso, un verano, en el puerto de Ibiza, cuando desembarcaba con varios miembros de su familia.
En todas esas ocasiones, la Reina me ha parecido siempre una mujer muy respetable, y que desempeña impecablemente su labor de consorte. (Este retrato de Doña Sofia, realizado por Sylvia Polakov, es mi preferido).
Yo creo que se ha hecho una lectura sesgada del libro, y se hace mucho hincapié en todos aquellos comentarios políticamente incorrectos, y que tocan temas candentes. No consta en ningún artículo de la Constitución que la Reina no pueda manifestar sus opiniones. Por lo que no me parecen justos algunos comentarios en los medios como: "La Reina ha roto el consenso" o "Ha caído en el barro", dichos en TV5; o incluso palabras insultantes como: "La Reina nos ha jodido a todos", dicho en La Sexta TV; "La Reina es un Cáctus", dicho en TV3; o "Tarjeta roja", en la Cuatro TV.
Por cierto, en una encuesta hecha por TV3, en la que se preguntaba a los televidentes si las críticas a los comentarios de Doña Sofia estaban justificadas o no, ganó el No, cosa que sorprende en una Cataluña tan republicana.
Seamos, pues, justos y pongamos en una balanza imaginaria, de un lado casi 34 años de una labor ejercida a la perfección, y del otro el libro de Pilar Urbano. ¿Qué pesaría más?
Por muy obsoleta que resulte la institución de la monarquía, en el siglo XXI, a mí como español me gusta cómo nos representan nuestros Reyes en el extranjero, pues son siempre bien recibidos en todas partes.
Y no le amarguemos más el 70 cumpleaños a la Reina.
Foto de la Reina: Sylvia Polakov, y via Flickr:sagabardon.
www.sylviapolakov.com
4 comentarios:
este año envés de tarta a tenido tartazo!!!
nosé si es lo que piensa o no, pero desde luego que estando en una posición como la suya hubiese tendio que tener más tacto...
y más mundo!!!
Siento que se critique tanto a la Reina. No se la puede demoler por este libro, después de todo lo que lleva haciendo desde hace casi medio siglo.
¡Cuánta razón tienes querido Carlos! Yo admiro mucho a Dña. Sofía y, sinceramente, pienso que ha sido víctima de una encerrona para, más que nada, publicitar el dichoso libro (que no pienso leer) de la tal Pilar Urbano. No podemos tirar por la borda 34 años de trabajo impecable de nuestra Reina. Además me alucina los que añoran una república en España. ¿Te imaginas a "Ansar" o a Zapatero de presidentes? Prefiero la monarquía que tenemos cien mil veces. Preciosa la foto de Sylvia. Muchos besotes, M.
Gracias Merche. No fallas nunca contestando.
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