domingo, 21 de noviembre de 2021

DOS MARAVILLOSOS DÍAS INVITADO EN HACIENDA NA XAMENA

Dos días antes de cerrar Hacienda Na Xamena, por final de temporada, fui invitado, por los propietarios belgas Alvar Lipszyc y su esposa Sabine, a pasar dos maravillosos días en ese hotel.

Las vistas, desde este acantilado, son impresionantes. El
hotel, de 5 estrellas, tiene 78 habitaciones y suites. Y es su 50 aniversario.

El arquitecto Daniel Lipszyc se enamoró, en el año 60, de esta paradisíaca zona rural de Ibiza, y compró 150 hectáreas de terreno muy boscoso. Y, en 1971, abrió este hotel que,  desde 1995, gestiona su hijo Alvar, en la zona de Sant Miquel.
Este era mi grupo de invitados, compuesto por Jeanette Van Breda, Jorge Inchausti, Charo Ruiz, Rossetta Montenegro y Juan Suárez.

 
Alvar Lipszyc nos recibió muy amablemente y nos dió carta blanca en su hotel, que es un oásis de tranquilidad, en un entorno espectacular.

Antes de cenar nos reunimos en el bar donde actuaba una cantante con dos músicos.

Lorena Levy, que trabajó conmigo unos cinco años para la fiesta Flower Power Vip de PACHA, también estaba allí con su marido Gabriel Olivera.

Teníamos reservada una mesa, en este restaurante, para los seis amigos

Yo, antes de cenar, salí a hacer unas fotos por la zona que linda con el restaurante.

Después de una cena muy agradable me retiré a mi habitación, porque Alvar dijo que nos despertarían, a todos, a las 8'30 h. para hacer un plan que nos había organizado.

Mi habltación era muy amplia y con mucho confort.

El amanecer fue precioso. Mientras salía el sol, una cantante, desde la terraza de una habitación, cantó el Aleluya.

Mientras yo, metido en el jakuzi de mi terraza, disfrutaba mirándo la vista, recordé que, en el año 2015, estuve en este hotel con Carmen Martinez Bordíu e Isabel Preysler

Mis dos famosas amigas habían venido a Ibiza para asistir a la inauguración de Porcelanosa. Y posamos delante de la preciosa vista.

Al ir a desayunar fotografié este patio y la piscina interior.

Pero no tuve tiempo de bañarme y nadar. ¡Lástima!
Como era el Día Internacional del Niño entré en la Sala infantil.

Desayuné con Jorge Inchausti y Rossetta Montenegro.

Después de desayunar fui a dar una vuelta por el exterior del hotel con mi gran amiga Rossetta.

 
Nos gustó mucho la zona del Posidonia Botanic Spa, con sus Cascadas Suspendidas, compuestas por 8 piscinas, con vistas al mar.
En esas cascadas,
con chorros de agua caliente, se hacen tratamientos de hidroterapia, de 45 minutos.
Me encantaría hacer uno de esos tratamientos a la salida, o a la puesta, del sol.
En este escenario, que decoran al aire libre, se organizan muchas bodas.
A las 11'30 h. nos citaron, en recepción, para ir a un brunch en el huerto del hotel, caminando a través del bosque.
Algunos de los invitados fueron antes a clase de yoga.
La organizada caminata de grupo duró una hora. Este retiro de desconexión mental se ofrece a los clientes una vez a la semana.
Mientras caminabamos entre pinos y plantas, por caminos rocosos y  llenos de setas, pude ver el hotel desde muy lejos.
Finalmente llegamos al huerto, que es
de estilo tradicional ibicenco.
Allí, Alvar y Sabine nos ofrecieron un brunch con productos de la isla.
Después de la tan larga caminata yo tenía mucho apetito.
 
Me despedí de estas dos payesas y me comí una mandarina que estaba buenísima.
Al irme del huerto, me pareció ver a un payés meando en una planta.
Cuando Hacienda Na Xamena reabra el año que viene yo volveré, porque me ha gustado mucho.
 
FOTOS: Carlos Martorell y Juan Suárez.

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