En el resto del mundo desnudamos a las mujeres, llegando a una vulgaridad extrema.
¿Por qué, en una alfombra roja, dicen: "¡Qué atractivo es Brad Pit!" Y solo enseña la cabeza y las manos?
Mientras que la mujer tiene que enseñar carne siempre. Una imágen que, hace unos años, se relacionaba con la prostitución.
La mujer no pierde el atractivo por no ir medio desnuda.
Soy feminista acérrimo. Creo en la igualdad hombre-mujer. El día 10 de enero, por casualidad, muchas periodistas de televisíon, de la mañana, vistieron adecuadamente para su trabajo, como en esta foto de Grace Kelly.
Es lo adecuado para su trabajo. Porque muchas veces, a las 9 h. de la mañana, alguna periodista va vestida y maquillada como para ir a un cóctel.
Los periodistas varones no enseñan brazos ni pectorales.
En siglos pasados la mujer era solo esposa, madre o sexo. Por lo que mostrar carne era casi una necesidad.
Hoy día, las mujeres son presidentas, ministras, médicos, arquitectas, etc. Y si quieren el merecido respeto no tienen por qué ir medio desnudas.
El problema es que, en el vestir, se imita a las artístas del show business, confundiéndo erótismo con "glamour".
Eso ocurre, sobre todo, en las redes sociales. La obsesión por ser influencer y ganar likes hace que muchas menores se fotografíen muy maquilladas, enseñándo carne, y poniendo morritos. Provocan con postureo y luego se quejan de machismo.
Incluso los vestidos de novia son, hoy día, sexys.
Nada que ver con la gran clase del siglo pasado.
La elegancia es ya una antiguedad de museo. Una época en que la mujer no quería parecer una eterna adolescente.
En lo que sí hay igualdad hombre-mujer es en el uniforme general: La moda del anorak oscuro, con calzado deportivo y vaqueros, casi siempre destrozados.
Una moda que imita al pobre homeless, que espero se acabe ya de una vez.
Si una mujer es atractiva lo será incluso vestida con un abrigo.
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