Al llegar a mi casa encontré que la zona ajardinada de mi calle estaba en obras.
Encontré que mis tuberías, y las de mis vecinos, estaban rotas, y yo tuve que añadir más obras a las de mi calle.
Cité al productor de Los Angeles Robby Amar para tomar un café en Cappuccino, en Marina Ibiza y comentar sobre mi novela "Réquiem por Peter Pan en Ibiza". Pero llegué tarde por estar media ciudad en obras.
¡Suerte que iba en moto! Este fue mi recorrido:
Si conducir es difícil, aparcar es casi imposible.
Quise ir a caminar por el paseo de Figueretas, pero estaba prohibido pasar. Está todo en obras de punta a punta.
Espero que pongan de nuevo las antiguas farolas y no esas horrendas que pusieron en el puerto de Ibiza.
En Santa Eulària se han conservado esas antiguas farolas.
Felicito a Vivcent Marí, Alcalde de Santa Eulària des Riu, porque el pueblo está impecable y muy bien cuidado.
La carretera de Santa Eulària también está en obras.
Yo conocí esa Ibiza virgen en los años 60. Ahora me parece que la he soñado.
Espero que todas estas obras se hagan con buen gusto, y que no maten la poca esencia que queda de la vieja y encantadora Ibiza.
Para recordar la Ibiza que me gusta, mi amigo ibicenco Alfredo Roig me invitó a comer en el Hostal La Torre.
La puesta de sol es espectacular y no se ve ningún edificio.
Regresé a Barcelona en un barco de Trasmediterránea, como hago siempre.
Durante el trayecto releí mi segunda novela "La memoria enjaulada", porque creo que sería un buen guión cinematográfico.
Deseo a todos un buen año 2019. Y que las obras de Ibiza estén acabadas este verano.
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