UN TEATRO, MUERTES EN HOGUERAS Y CREMATORIOS EN LA INDIA

El empresario Pedro Matutes me enseñó el interior del Teatro Pereira, cuyas obras ya se están acabando. Y ha ocultado esos horribles cables colgados en todas las fachadas de la ciudad.

Este teatro, de hace 125 años, ha sido restaurado perfectamente, añadiendo una muy moderna tecnología. El Pereira ofrecerá música en vivo, cine, obras de teatro, musicales y más cosas. 

Nacho Cano será el director artístico y presentará su musical "Malinche". Hoy cumples años. ¡Felicidades!

Y felicito a Pedro Matutes por su perfecto trabajo.

Este es el edificio que fue devorado por las llamas en muy pocas horas.

Quiero felicitar a los bomberos que se jugaron la vida en este devastador incendio de Valencia. Son unos auténticos héroes.

 

Algo igual sucedió en la Torre Windsor, el 12 de febrero de 2005. Yo estaba cenando en una casa muy cerca del incendio y lo vi arder.

De adolescente, estudiando la historia de siglos pasados, me horrorizó aprender que a enemigos, delincuentes, o a herejes, los quemaban en hogueras.

Y un ejemplo es Juana de Arco. La quemaron viva en una plaza  pública.

En India, en 1974, hice muchas fotos que expuse en Madrid y en Ibiza.

Recorrí parte del Rajasthan montado en un camello. Y quise ir a los crematorios de cadáveres, en Benarés.

 

El Sati, en India, era un rito en el que quemaban vivas a las mujeres del marido muerto, en la misma pira funeraria. En 1829, Lord Bentinck, gobernador de la India británica, prohibió ese terrorífico rito.

No me dejaron entrar en los crematorios de Benarés con mi máquina Nikon. Y tuve que acercarme a la orilla del Ganges en una barca que alquilé.

Antes de quemar los cadáveres, los sumergen  en las sagradas, pero putrefactas aguas del Ganges. 

Lo que más me impresionó fue ver, de repente, que una pierna negra ya totalmente achicharrada se disparó en alto.Y el cráneo explotó.

Imagino la horrible tortura que debe ser morir quemado en un incendio. O que te salven la vida con todo el cuerpo quemado.