jueves, 23 de octubre de 2014

INTENTÉ SER UN "NICOLÁS" (BROMA)

                               EL ESCANDALO DEL JOVEN NICOLÁS 
Empecé a maquinar y calcular con tan solo un año de edad. A mis ojos no escapaba el más mínimo detalle.
Fuí muy precoz. Al cumplir los 10 años tomé una fría y seria decisión: Convertirme en un bon vivant millonario. 
Y me puse a jugar a ser un "Nicolás".
Con tan solo 18 años conseguí codearme con personajes fantásticos, como Salvador Dalí.
 Me movía como pez en el agua en los círculos del poder y de las personas más influyentes, como los ministros de Franco, Solís Ruiz y Garicano Goñi.
Dar una imagen impecable era muy importante para infiltrarse en las altas esferas y "enredar". Y estudié en la Facultad de Derecho, con la intención de entrar en la Escuela Diplomática.
 Juan Antonio Samaranch
Jordi Pujol

 Marta Ferrusola, esposa de Jordi Pujol
 Antonio Asensio y la Duquesa de Alba

 Alicia Koplowitz
Ana Aznar y Alejandro Agag
La Duquesa de Franco
Pasqual Maragall, ex-President de la Generalitat de Catalunya
 El Conseller de Economía, Maçia Alavedra y su esposa Doris
Esperanza Aguirre
La Baronesa Thyssen Bornemisza
Eduardo Punset
El Conde de Godó
 Susanna Griso
Anthony Kennedy
Helena Rakosnik, esposa de Artur Mas
La Duquesa de Badajoz
Ferran Adrià
Isak Andic, Presidente de Mango
El periodista Luis del Olmo
S.A.R. la Princesa Mª Gabriela de Saboya

 Ricardo Bofill y Miquel Roca.
S.M. el Rey Simeon de Bulgaria
Los Embajadores de los Estados Unidos, Srs. Solomont
S.M. la Reina Sofia
Pero como no soy Einstein, y además soy honrado, no "enredé" a nadie. 
 Mis intentos de ser un "Nicolás" se fueron a tomar por el saco.
En 1968 mi vida cambió completamente, y me instalé a vivir en Ibiza, en los maravillosos años hippies.
 Allí cambió radicalmente mi escala de valores.
Y me convertí en un rico en tiempo, en amistades y en agua de mar.
Y por no haber sabido ser un lince en las finanzas, y haber desaprovechado todos esos contactos para hacer fortuna, acabaré mi vida en una residencia de medio pelo.
(Todo es broma, excepto el final con disfraz de anciano).

martes, 14 de octubre de 2014

CIERRES EN IBIZA DE LIO, DC10 Y KM5

Tras un verano con gran éxito cerró el restaurante-cabaret LIO.
Me acerqué a la mesa de Luis Martín y Carmen Manzano, para felicitarla por su cumpleaños.
 Carmen y sus amigas se divirtieron mucho bailando sobre la mesa.
 Celebrando el cumpleaños de Carmen estaban Alicia de Amador y su marido Armando González.
 Felicité por el éxito a Francisco Ferrer, director de LIO, y a Joan Gracia, responsable de los espectáculos, y a su esposa Mª Ana Fernández.También fui a dar un abrazo a Iria Urgell, gerente.
Fue espectacular el momento en que se encendieron unas 200 bengalas. Allí estaban también el Duque Leopoldo Serra di Cassano y su esposa Sylvia.
 Sylvia Serra di Cassano me ofreció una copa, que yo creí era de agua, que es lo que yo bebo por las noches. Pero era un Gintonic. ¡Aunque parezca increíble fue el primer gintonic de mi vida! El único alcohol que yo bebo es vino.
 Sylvia me pidió que la acompañase al cierre del DC10, a las 2 h. de la madrugada.
Nunca me meto en las claustrofóbicas pistas de baile. Pero esa noche Sylvia me arrastró hata el centro.
El gerente Deogracias Lara y la relaciones públicas del DC10 fueron muy amables conmigo, y fue una noche sorprendentemente agradable. 
Al día siguinte cerró el KM5.
 Leopoldo y Sylvia Serra di Cassano me citaron allí para cenar.
Antes de sentarnos se acercó a saludar Ana Megido (de blanco), copropietaria de KM5. La mesa era muy cosmopolita: Waita, hindú. Sylvia, alemana. Yo, español. Leopoldo, italiano. Mujda, turco. Y Victoria, lituana.
Sylvia, Leopoldo, Mujda y Victoria.
Sylvia me presentó a Waita Nasli, un nuevo enamorado de Ibiza, que nos invitó a la cena.
 Al día siguiente fui a darme un baño a uno de mis rincones solitarios. La dorada luz de otoño me gusta mucho.
 Después de los cierres de las discotecas ya casi no se ven turistas, ni en las playas.
En otoño, las olas rompen en la orilla depositando cientos de perfectas bolas, formadas por algas, que sustituyen a los turistas.

FOTOS: Carlos Martorell.