Doy las gracias al Magazine de La Vanguardia, por este artículo.
Y doy también las gracias a Silvia Alexandrowitch, autora del artículo, y a Joana Bonet, directora del Magazine.
Me han operado para extraer los metales que me pusieron en la operación del codo hace 8 meses, por una agresión.
HAY COSAS A LAS QUE HE DE HABITUARME
La nueva moda en las clínicas y hospitales es que las batas no se abrochan, se llevan como gabardinas.
Y esto es lo correcto.
Y esto es lo correcto.
Y he de habituarme al nuevo mundo, en el que el personal médico lleva piercings, tatuajes y gorras con dibujitos.
Hace años me habitué a la moda "Cantinflas" de enseñar el calzoncillo. Y ha llegado incluso a África.
En los gimnasios lo que más se muscula son los dedos de tanto teclear.Y he de habituarme a la exitosa moda "Rajaculi".
Otra moda: Cuando un joven empieza a perder el pelo se afeita la cabeza y lo compensa con una corta barba.
Los de la generación anterior no se afeitaban la cabeza.La última moda es afeitarse alrededor del cráneo y peinarse un flequillo Tintín. Los peluqueros se están forrando.
En muchos hoteles las cortinas opacas no son grandes y entra mucha luz. Yo compro cinta adhesiva y ya no entra más luz en mi habitación.
Ibiza es la ciudad donde se recogen menos cacas de perros. Y sobretodo en las calles de zonas de ricos. No me habitúo.
En todas las películas los morreos son siempre en un muy largo primer plano. Una falta de originalidad de los directores.
Y a lo que no me habituaré nunca es al exceso de decibelios en restaurantes y discotecas. Antes de la ensordecedora música Techno vivíamos mucho mejor. Y podíamos conversar...