No hice fotos de los novios ni de los invitados para respetar la exclusiva de la revista HOLA.
Fotografié al fotógrafo "listillo", que quiso fastidiar la exclusiva. Y digo "listillo" porque lo hizo muy mal, y no consiguió sus lucratívos propósitos.
La noche anterior hubo una cena en los jardines del hotel. Y posé con los novios.
Casi 500 personas ocupamos estos asientos sobre el cesped, frente a la verde glorieta donde casaron a los novios.
Felicité a Cari Lapique y a su marido Carlos Goyanes por la perfecta organización del evento nupcial.
Un grupo de músicos de jazz amenizó el aperitivo, servido por el catering de Caritina Goyanes, hermana de la novia.
Fotografié las mesas, colocadas alrededor de la piscina, mientras las estaban preparando.
Así quedó el espacio, decorado por Luis García Fraile, con proyecciones de luz.
La fachada también se decoró con proyecciones. La cena fue servida por Bodegas Campos.
Después de la cena comenzó el baile. Me gustó mucho la original idea de tapizar el suelo de la pista con un collage de fotos de los novios, familiares y amigos.
Al día siguiente muchos de los invitados nos encontramos en el restaurante de la otra piscina del hotel.
Mientras unos comían, otros se bañaban, o tomaban el sol.
Yo me senté a tomar café con mi ínima amiga Susie Lindberg, de cuyo hijo soy padrino.
Nieves Alvarez es una importante modelo, guapa, elegante, equilibrada y muy amable. Me gustaría que participase en un proyecto en el que me he involucrado. Siento, también, una gran simpatía por su marido Marco Severini.
Luego me dediqué a tomar imágenes de este lujoso hotel, que cuenta con una dirección y un servicio extraordinarios.
Si no fuese por los eventos y obligaciones pendientes en Ibiza, me hubiese gustado quedarme en este espléndido hotel, con golf y Spa.
Felicito a su propietarios los Srs. López Granados; al arquitecto Roger Torras; a las decoradoras las hermanas Calderón; y no puedo olvidar al fallecido decorador de los salones, y amigo, Duarte Pinto Coehlo.
Fotos: Carlos Martorell.