lunes, 30 de mayo de 2011

DOS DÍAS EN LA CIUDAD MÁS BELLA DEL MUNDO


He estado en París en muchísimas ocasiones, pero siempre me impresiona como si fuese la primera vez.


Fui al Grand Palais para ver la monumental escultura "Leviathan", de Anish Kapoor.



La escultura ocupa casi la totalidad de los 35 m. de altura de la Nef del Grand Palais.


El famoso escultor nació en Bombay en 1954.


"Un solo objeto, una sola forma y un solo color". Con estas escuetas palabras Anish Kapoor describe su escultura. 


Nunca, en mi vida, había visto una escultura tan monumental.


Los visitantes pueden entrar en el interior de la escultura, como si fuese una inmensa placenta.


Impactan, también, el color y el éco que se produce en el interior de "Leviathan".


Después fuí a comer a Le Relais, del Hotel Plaza Athénée.


Invité a la Princesa d'Arenberg, que apareció vestida con un diseño de MANGO, a tono con el color del restaurante. Cuando pedí la cuenta, François Delahaye, presidente del Hotel Plaza Athénée, no me dejó pagar.


Philomène d'Arenberg es pintora. En su casa me enseñó alguna de sus obras. Curiosamente, en 1992, pintó unos cuadros trágicamente premonitorios.

En un cuadro, pintado con carboncillo, puede verse, a la derecha del pájaro, un avión que se dirige contra dos torres gemelas. Y, en primer plano, un demonio con unos cadáveres.


Y en este otro cuadro, también del año 1982, las torres ya están cayéndo, ante el desespero de unas personas.


En otros lienzos pueden verse a mujeres preocupadas, frente a un pájaro de mal agüero.



Por la tarde me reuní con Adelaida de Orleans, de nuevo en el Hotel Plaza Athénée. El restaurante del patio central tiene mucho éxito en primavera y verano.


En este maravilloso hotel tienen muy buenas ideas.


Como esta habitación, diseñada especialmente para niños. La de niñas está inspirada en la muñeca Barbie.


A pocos pasos del hotel, en los Campos Elíseos, ví esta vanguardista propuesta de Toyota.



Y también el modelo eléctrico Twicy, de Renault


Como tenía que comprar un regalo, fuí a Hediard, la más importante tienda de delicatessen.




Hediard está junto al Four Seasons George V, que era el hotel preferido por mis padres.


Entré en el hotel para fotografiar sus espectaculares arreglos florales.


El creativo florista es el americano Jeff Leatham, que utiliza juegos de espejos en sus decoraciones florales.




En el barrio de Saint Germain entré en la boutique Etro.


Allí vi la camisa que podría llevar en la fiesta Flower Power VIP.


Cené en el antiguo restaurante Le Grand Vefour, y me acosté pronto para madrugar y aprovechar las pocas horas que me quedaban en París.


Al día siguiente visité el Museo Jacquemart-André, en donde se exponía la obra de Gustave Caillebotte.




Caillebotte realizó su debut artístico en la segunda exposición impresionista del año 1876.


Nélie Jacquemart y Edouard André coleccionaron arte de los siglos XV al XVIII, y su elegante palacio se ha convertido en museo.


Tomé un café, en su antiguo y famoso salón, abierto al público del Museo.


En este Museo hay obras de Canaletto, Rembrandt, Van Dyck, Tiepolo, Botticelli, Fragonard y Chardin, entre otros.


Algunas estancias de este Museo se alquilan para eventos sociales.


Casualmente pasé por delante de Sicis, The Art of Mosaic Factory, y quedé impresionado por su originalidad.


En este showroom, los mosaicos Sicis, fabricados en la italiana ciudad de Ravena, están expuestos de una manera extraordinaria.
  

La empresa de masaicos Sicis está presente en Italia, Francia, India, Japón y Estados Unidos, para decorar originales piscinas, suelos, cuartos de baño, spas, etc.







En 1657, Soliman Aga Mustafa Raca, embajador del Sultán otomano Mohamed IV, introdujo el café en sus salones de París.

Esta exótica bebida se puso de moda en la corte del Rey Luis XIV.



Y en 1686, Francesco Procopio Dei Coltelli, un gentilhombre de Palermo, inauguró Le Procope, el más antiguo Café del mundo.


Le Procope se convirtió en un café literario y político. Un lugar para la tertulia de personajes muy famosos.

Un muy joven Napoleón Bonaparte dejó su sombrero, en Le Procope, como pago a cuenta, porque no tenía dinero.



Hay nueve salones en este café restaurante, repartidos por sus tres pisos. Le Procope ha sido declarado monumento histórico.


Fotografié alguno de los nueve salones, que tienen nombres como Salón DiderotLa Fayette, o Benjamín Franklin.


Sentarse en los salones donde estuvieron personajes como Danton, Marat, Robespierre, Benjamin Franklin, Voltaire, Victor Hugo, Rousseau, Balzac, Verlaine, La Fontaine u Oscar Wilde, produce una sensación muy especial.


Muchos años más tarde, Le Procope fue comprado por el Sr. Zoppi.


A pocos pasos de Le Procope, está la tienda Eva Baz'Art.


Esta tienda, en un espacio mucho más reducido, me recuerda a Sluiz, de Ibiza.


En Eva Baz'Art se pueden comprar regalos muy divertidos.


Por la noche, los Condes de Ribes me ofrecieron una cena en su casa.

El Vanity Fair americano dedicó, a la mítica Jacqueline de Ribes, condecorada con la Legión de Honor, un reportaje de seis páginas, titulado: "La última Reina de Francia".

En el artículo se menciona mi nombre, porque los Condes Edouard y Jacqueline de Ribes tienen una casa en Ibiza. Somos muy amigos, y los frecuento desde hace muchos años.


Durante la cena mantuvímos una muy interesante conversación sobre el escándalo de Dominique Strauss-Kahn.